Medio Siglo de Historia

De la Guerra Fría a la coexistencia pacífica

Durante los cuarenta años que duró la Guerra Fría la unidad interna de los bloques se fue disgregando. Los dos bloques no permanecieron inalterables todo el tiempo sino que algunos países comenzaron a desarrollar posturas independientes: en el frente occidental ese fue el caso de Francia y en un caso aún más radical, el de Cuba a partir de 1959. En el frente oriental, fue el caso primero de Yugoeslavia y luego, con mayores proyecciones de futuro, el de China. La doctrina de la contención rigió las relaciones internacionales por cuarenta años pero durante ese lapso hubo distintas formulaciones y a las fases de tensión le siguieron períodos de distensión y aún de cooperación entre los dos superpoderes. En 1948, EEUU y la URSS cooperaron para impulsar la aprobación en Naciones Unidas de la creación del Estado de Israel. En 1950, la ausencia del Embajador soviético en la sesión del Consejo de Seguridad liberó a Estados Unidos del veto seguro de ese país y dio a Truman la oportunidad de organizar la guerra de Corea como una decisión de la comunidad internacional, legitimando así la intervención militar en ese país (y no como una acción al servicio del interés nacional de los Estados Unidos.) En 1952, la nota de Stalin sobre acuerdo pacífico en Alemania anticipó la política de coexistencia pacífica: dos bloques con esferas de influencia propias que se respetan, con una Alemania unida y neutral en el medio. Los países occidentales rechazaron la idea de neutralidad aunque aceptaban la unidad alemana. Cumbre de Ginebra en 1955 fue el espacio para declaraciones en favor del acuerdo y la tolerancia mutua, un intercambio de gestos que en la época se lo designó “el deshielo” (siguiendo con el vocabulario de guerra fría) y el “espíritu de Ginebra”. Las Memorias de Khruschev y Gromyko son una fuente invaluable para el estudio de este proceso. En 1956, ambas superpotencias coincidieron en enfrentar la intervención de Francia, Gran Bretaña e Israel contra la decisión de Egipto de nacionalizar el canal de Suez. Para evitar el veto de sus aliados occidentales en el Consejo de Seguridad Estados Unidos llevó el tema a la Asamblea General de las Naciones Unidas donde obtuvo una resolución por 64 votos contra 5 que solicitaba el fin de las hostilidades. El ministro soviético Bulganin llegó a proponer una intervención militar conjunta que nunca fue considerada en serio en Washington. El interés compartido en el fin de los imperios coloniales, pregonado por Roosevelt y Stalin durante la guerra, continuaba siendo base de coincidencia entre USA y URSS, amén de los intereses propios que cada potencia tenía en esa región. En 1959, el viaje de Khrushev a Estados Unidos, invitado a Camp David por Eisenhower, para negociar salidas a la crisis de Berlín. Durante el período Nixon-Kissinger, la estrategia de la distensión, designada con la palabra francesa de détente, buscó compensar las pérdidas en Vietnam con la ganancia de una apertura con China comunista. El reconocimiento de China como potencia coincidía con un momento en que el conflicto con la URSS había pasado de la ruptura al enfrentamiento en Manchuria. El encuentro de Nixon, Kissinger, Mao y Chou En Lai en Beijing marcó un rumbo nuevo en las relaciones internacionales. Tiempo después China ingresaba al Consejo de Seguridad de las Naciones Unidas a ocupar el lugar que le estaba reservado desde 1944. La détente no fue para todos: América Latina quedó excluida. La política de desestabilización del gobierno socialista libremente electo de Salvador Allende culminó en el golpe de 1973 en el marco de un proceso de afirmación de regímenes dictatoriales en el Cono Sur.